Llegó la primavera y con ella una interminable tregua climatológica incesable. Desde que empezó la nueva estación el mar sigue igual, cogiendo temperatura dia a dia pero sin moverse como si de un rio perezoso se tratara. Los cambios de estación son propensos a traer borrascas, pero esta vez algo está pasando, quizás a muchos kilometros de nuestro horizonte se pierde una marejada que va a llegar a nuestros mares en pocos dias, o puede ser que no tengamos nada para las proximas semanas, lo cierto es que la fe siempre tiene que estar presente en nuestro estilo de vida, si no llega hoy, será otro dia. Irremediable es el sufrimiento que sigue en nuestras mentes, consolándonos con imagenes de parajes insólitos lejos de nuestra realidad, tumbados en el sofá, sentimos el poder de realizar esas maniobras a lo mas puro estilo Slater. Cuando nos damos cuenta al acabar esos minutos, de nuevo cabe afrontar la cruda realidad. La primavera la sangre altera, ahi lleva razón esta vez un refrán coincide con la actualidad, recordemonos todos esas sesiones que pasaron a la historia, en tiempos de pascua, donde las comidas familiares nos hizieron pasar un mal momento, teniendo la cabeza en otro sitio y no precisamente en la comida que nos habia preparado la abuela ese dia tan especial. Época de crucificciones y procesiones, un claro ejemplo de lo que se nos puede venir encima; Playa de Sa Torre, Colonia de Sant Pere Semana Santa del 2005. No perdamos la fe.

Aigua/Sal/Ones /vernis?...

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